La sombra de ese miedo se ve desde aqui y de estas lagrimas hay una que te pertenece... de no saber donde meterte ni en que tono cantarte mis versos...
La sombra me vuelve a abrazar, tu boca me vuelve a mirar.
Aquel eco retumba en mi secreto, no te lo dire ayer, ni te lo dije mañana!...
Vas volando como agua en vez de sangre, como tu corazon grande, herido y gentil, estoy mirandote a la espalda... si volteas... desaparesco
1 comentario:
el ombligo es la mitad de uno, la mitad de uno es el maldito, asi como no escuchamos su grito, asi mismo ante los otros actuamos, no haciendo caso de lo que los que consideremos inferiores tienen que decir, asi como siempre olvidamos este rinconsito olvidamos a los niños aquellos que son tan importantes que hasta el mismo Cristo los exalta enaltese
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